Este año, el pasado no pudo celebrarse debido a la pandemia, ha vuelto a abrir sus puertas y, de nuevo, los villanovenses responden con su solidaridad y adquieren los distintos artículos que están a la venta. Un rastrillo, que se clausuró el pasado sábado.
Como en cada edición del rastrillo, el alcalde Miguel Ángel Gallardo, ha tenido ocasión de visitarlo y también compartir tiempo con los voluntarios que están en el rastrillo. Una actividad solidaria que es posible, además de al trabajo de los propios voluntarios, a las aportaciones que hacen particulares y empresas, además de contar con el apoyo del Ayuntamiento.