Reconoce la calidad humana, el compromiso, la generosidad y la contribución a construir una ciudad mejor, en palabras de la alcaldesa
Agradecimiento ha sido la palabra más escuchada durante el acto institucional de entrega de los galardones Sirena de Oro, celebrado este jueves 6, por primera vez. Un galardón que concede el Ayuntamiento para poner en valor la aportación que hacen personas, colectivos, asociaciones y entidades que trabajan por el bien común, mejorar la vida de las personas y cooperar para contribuir a una ciudad mejor. Un acto que contó con la música de Chema y Cristina.
Agradecimiento tanto por parte de los galardonados como de la alcaldesa Ana Belén Fernández, quien puso en valor la aportación que los colectivos y personas a título individual galardonados hacen a la ciudad. En concreto, la Junta de Cofradías, el Doncel C.P., Maruja Olivares y Pepe Benítez, los primeros villanovenses que reciben esta distinción, tal como acordó por unanimidad la Corporación Municipal en septiembre de 2024. Una distinción que se suma a las de Medalla de la Ciudad, Hijo Predilecto e Hijo Adoptivo; así como el Cronista Oficial.
La alcaldesa subrayó que, con este galardón, por derecho propio, “pasáis a formar parte de nuestra ciudad. Sé que llevaréis con orgullo esta distinción. Porque sois un reflejo de que una ciudad se construye entre todos. La calidad humana de quienes la habitan es vital y hoy os queremos agradecer todo lo aportado a nuestra sociedad”. Y así lo reflejó durante todo su discurso, que concluyó citando a Eduardo Galeano. “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”.
Durante su intervención, Fernández subrayó los aspectos de cada uno de los galardonados, destacando en el caso de la Junta de Cofradías, que este año cumple su 30 aniversario, que “si algo ha crecido exponencialmente, es nuestra Semana Santo, que no solo se centra en lo religioso, sino que representa cultura, turismo y economía”. En el trabajo que hace, el Ayuntamiento está a su lado y “junto a vosotros trabajaremos para que sea Fiesta de Interés Turístico Regional”. Quiso, además, tener un recuerdo para aquellas personas que han sido importantes en la historia de la Junta de Cofradías, para poner en valor el importante patrimonio existente y para que la Semana Santa sea un referente.
“Si el deporte en Villanueva de la Serena se tuviera que identificar con algún nombre, sería del Doncel”. Así definió la alcaldesa lo que es y simboliza en la ciudad este club que tiene más de 50 años de historia, subrayando que su trabajo va más allá de lo estrictamente deportivo.
Tuvo un especial recuerdo para lo que fue y significó Juan Antonio Dorado Segura. Sin olvidar las muchas personas que a lo largo de los más de 50 años de historia han formado parte de él. Es un club, añadió, “imagen de varias generaciones, es más que un club. Es un sentimiento, son valores”. Puso en valor, además, “la valentía del equipo Las Doncellas, que rompieron techos de cristal, cuando no era fácil y fue el equipo germen, a principios de los 70, de lo que hoy es el Doncel”.
“Gracias a su trabajo, esfuerzo y tesón, el Barrio Nuevo tiene hoy los servicios que tiene”, y es gracias al trabajo de una mujer sencilla, generosa, vecina del Barrio Nuevo, de Maruja Olivares. Fueron las primeras palabras que le dedicó. Una persona “a la que casi todo el barrio conoce y de quien todo el mundo habla bien”.
Maruja Olivares “ha cuidado el barrio a través de su asociación vecinal. Es una trabajadora, luchadora y reivindicativa y si hacía falta, te reñía”. Destaca, además, los años de entrega para que las fiestas del Pilar fueran un referente. Ha trabajado, añadió, “para mejorar la ciudad”.
Pepe Benítez es una persona que siempre ha estado ahí. Así comenzó la alcaldesa sus palabras hacia él. Una persona que vive y hace su labor en un barrio solidario, tranquilo, familiar, en el que todos se conocen y en los que se ayudan cuando hace falta. “Pepe ha estado siempre ahí, dedicado más de 35 años en el movimiento vecinal, dispuesto a trabajar por su barrio. Siempre ha querido contribuir y ayudar a los demás, lo ha hecho en varios ámbitos, desde la Ampa del colegio Cruz del Río, la asociación, la hermandad y también contribuyó a la resolución de la situación de los conocidos pisos rojos”. Una labor, añadió, que siempre ha sido para mejorar la vida de sus vecinos.
Al igual que la alcaldesa, los galardonados en sus intervenciones mostraron su agradecimiento por el reconocimiento y por el trabajo de tantas y tantas personas. “Sin el apoyo de tantas personas y del Ayuntamiento, nada sería posible”, fueron las primeras palabras de Francisco José Aragoneses, presidente de la Junta de Cofradías, quien, como el resto de galardonados, puso en valor el trabajo de los que también recibían esta distinción.
Aragoneses puso en valor la colaboración, la solidaridad. “Son para nosotros indispensables. La colaboración y unión es vital, siempre respetando la diversidad y lo que nos hace únicos a cada uno de nosotros”.
Subrayó dos valores imprescindibles, “la amistad y solidaridad, la fraternidad y la caridad, origen y razón de ser de nuestra creencia. Somos un colectivo dinámico y comprometido y recibimos este reconocimiento con gratitud. Un reconocimiento a nuestro esfuerzo, y nuestra ciudad nos lo agradece así, algo que nos da impulso para seguir trabajando y nos confiere un valor añadido como colectivo y, además, nos compromete más con el desarrollo de nuestra ciudad. Trabajaremos en la Semana Santa, la Semana Cofrade y Caminando hacia el Belén, siempre comprometidos con las necesidades de los demás”, expresó.
Emotivo discurso el que ofreció Paco Álvarez, presidente del Doncel. Además de agradecer especialmente a las familias por “soportan que parte de nuestro tiempo lo dediquemos a lo que nos emociona, quiero recordar a Juan Antonio Dorado Segura. Sin él, el Doncel hoy no estaría”. Estableció una conversación con él, “quiero agradecerle el grupo humano que formó junto a otras personas para mejorar nuestra ciudad a través del deporte y de las distintas disciplinas que hemos tenido, y especialmente el baloncesto.
Son muchas las personas que estamos entregados a nuestra causa para dar soporte a la escuela que lleva tu nombre, formando a niños y jóvenes, educando en valores”, subrayó.
Además, destacó que “nuestras puertas siempre abiertas, sin cazatalentos, nuestro objetivo no es un resultado competitivo meramente, vamos más allá”.
Concluyó su intervención agradeciendo de nuevo el galardón, “que guardaremos en nuestra mochila la Sirena de Oro, aunque somos más de tener valores que tener cosas de valor. Siempre desde la humildad, el compañerismo y enseñando valores para la vida. Todo esto es nuestro Doncel, Segura, tu Doncel”.
Maruja Olivares, presidenta durante casi 30 años de la asociación de vecinos del Barrio Nuevo, quiso dar las gracias a toda mi familia, al barrio y al Ayuntamiento, que también me ayudó mucho. Y a mi junta directiva. Con eso, tengo suficiente. Gracias”.
Finalmente, Pepe Benítez confesó sentirse “abrumado y nervioso al recibir esta distinción. Cuando me lo comunicaron, enorme satisfacción y agradecimiento, y alegría porque siempre he trabajado por mi barrio, Lo he defendido desde la asociación, en la Ampa escolar, en la Hermandad, todo por mi compromiso altruista”. Dedicó este reconocimiento a su madre y a su primo Joaquín Hidalgo; ambos fallecidos.
Benítez subrayó que “este reconocimiento que hoy recibimos es, sin duda, un honor y una responsabilidad. Nos obliga a honrarlo y dignificarlo y nos lo entrega la Corporación Municipal, que representa a toda nuestra ciudad”.
También tuvo palabras de agradecimiento al Ayuntamiento “por realizar actos como este, que los ciudadanos reconocen y agradecen; máxime cuando hablamos de compromiso, solidaridad y entrega. De contribuir a mejorar nuestra ciudad”.
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