Abríamos la Ávila Bowl con el a posteriori peor equipo que podíamos tener de rival, los campeones de Raptors. Además, el largo y complicado viaje en autobús (gracias a Autocares Palacios) causó estragos a nuestros jugadores que incluso tuvieron que tirar del joven Joaquín Romero para que ejerciera de blitzer y a veces de WR. Un equipo de seis jugadores que, sin embargo, plantó cara en todos los enfrentamientos. Y una vez más, aunque terminamos con muy mal sabor de boca, nos fuimos sabiendo que merecimos mucho más.
Frente a los madrileños, empezaban fuertes en defensa con un safety y en ataque con touchdowns profundos y de carreras peligrosas del QB. En un abrir y cerrar de ojos se pusieron con una ventaja de 15-0, pero nuestro equipo no daba el brazo a torcer y un touchdown de Lorenzo con conversión de Ana nos aproximó a un 15-7 al descanso.
Sin embargo, su ofensiva se repetía haciendo daño con las mismas jugadas y manteniendo la ventaja. Un touchdown de Alonso Mendoza con conversión de dos puntos nos ponía en un 15-21. Pero rápidamente el ataque de Raptors volvía a abrir distancias (15-28), y terminaron con otra anotación para un definitivo 15-35.
Be the first to comment