Toda la impronta original se ha podido reproducir gracias a la toma de datos de antiguas fotografías que se conservan en la parroquia. Una silueta cuya geometría estaba totalmente distorsionada por roturas y demás patologías.
Para devolver al templo su imagen primitiva, la actuación ha supuesto que todos los elementos se han recuperado de manera natural, con recrecidos de ladrillo macizo, respetando la técnica constructiva original, indica Lozano. El color del mortero definitivo ha sido el obtenido en las muestras del estado original, en zonas donde aún permanecía inalterable. Aparte del propio mortero de cal, muchos de estos elementos se encontraban enlucidos con mortero de cemento y repintados por intervenciones pasadas, los cuales han sido retirados y sustituidos por los revoques actuales, siguiendo las directrices del proyecto y las pautas de intervención patrimonial.
